Es necesario aclarar que el Factor-P -inicialmente llamado Winner-Contafac-, más que un ordenador, fue una facturadora... una máquina de escribir que podÃa hacer cálculos automáticos; para otros una calculadora programable de gran tamaño. Pero sà se podÃa considerar un ordenador, porque podÃa ejecutar programas desarrollados en un lenguaje de programación mediante una variante del COBOL con palabras en español, y que fue creado por la propia compañÃa, además de contar con memoria y otros componentes necesarios para un ordenador. Los programas se escribÃan en papel y, posteriormente, eran codificados mediante lenguaje código máquina. Con el ordenador Factor-P era posible trabajar con varios programas diferentes para ejecutar tareas como albaranes, facturas, contabilidad, compras, o nóminas. La electrónica iba en el interior de una cajonera de la mesa sobre la que iba la máquina de escribir IBM, y los programas se «cargaban» en el ordenador re-cableando de la forma correcta la electrónica, algo para lo que era necesario enviar al fabricante la placa concreta a cablear.
En muchos artÃculos accesibles en Internet se afirma que el Factor-P fue el primer mini-ordenador español, y ciertamente lo fue... pero con ciertas influencias del extranjero -por ejemplo, la máquina de escribir de entrada de datos era de la marca IBM-. Pero si nos atenemos a una fabricación 100% de origen español, en 1971 se produce el hecho diferencial con el nacimiento de la máquina Factor-S, ya que aquel ordenador fue el primero -y «casi último»- fabricado por Telesincro que fue totalmente diseñado y fabricado en el paÃs; y el equipo que realmente incorporó todos los componentes de un ordenador moderno.