Durante muchos años, en mis primeros doce años como profesional de la informática, tuve un importante papel de formador, trabajando en formación para importantes empresas, como profesor de cursos del antiguo INEM estatal, o como formador de cursos técnicos orientados a cualquier persona de la población en general. Pasados aquellos doce primeros años, con 31 años cumplidos dejé la formación y me centré totalmente en la Ingeniería de Software.
En el año 2005, cuando todavía residía en Asturias, poco antes de dejar mi tierra para cambiar mi lugar de residencia, me ofrecieron impartir un curso de hardware muy técnico a dos empleados de la Central Térmica de Iberdrola en Lada (Langreo, Asturias). Era una formación personalizada y todo un reto.
En principio fui a formar a dos empleados en una formación genérica de hardware del mundo del ordenador personal que ellos, después tendrían que aplicar en la informática industrial que aquella central térmica. Requería. Y allí fui a enseñar, lo que no me esperaba fue también aprender, porque allí tuve acceso a hardware industrial que nunca había visto.
Además de tener acceso, y poder manipular hardware muy industrial, allí me encontré de forma totalmente fortuita con un estupendo museo de la informática industrial, un museo creado -sin querer- al acumular equipos antiguos retirados almacenados en una sala. Aquello no era importante para aquellas personas de la central térmica, pero para un entusiasta de la informática clásica aquello era todo un lujo; un lugar donde disfrutar.
En este podcast voy a compartir con todos los seguidores de ParcelaDigital una vivencia real que me provocó un profundo entusiasmo y un conocimiento nuevo que llegó de forma fortuita.