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No estar en Internet es como no existir en la vida moderna, prácticamente. Autónomos, empresarios, negocios de venta física, negocios online, escritores, blogueros, etcétera... todos deben estar en Internet si quieren dar proyección económica y publicitaria a sus labores. Pero... ¿Qué aspectos debemos de tener en cuenta para alojar una web en Internet?
Llevo muchos años con esto de Internet y mis proyectos personales y profesionales, y mucha gente ajena a este mundo me pregunta, ¿qué hay que hacer para tener una web en Internet? Lo resumo en tres puntos concretos: Pagar una cantidad anual por 'reservar' un nombre de dominio, y pagar otra cantidad anual por alojar los archivos de la web en un servidor de Internet, servicio conocido como 'hosting'. Después, y normalmente bajo un único pago salvo que haya necesidades recurrentes de mantenimiento, pagar a un desarrollador web para crear la página web ¿Cuál es el objetivo principal? Encontrar un hosting bueno y barato.
Es bueno dejarse aconsejar, porque las sorpresas pueden ser mayúsculas.
Encontrar un hosting barato y bueno es toda una aventura, algo en lo que muchas veces me adentré y sobre lo cual aprendí mucho. Unas veces para bien, y otras veces para mal. Por eso es bueno dejarse aconsejar, porque las sorpresas pueden ser mayúsculas. Y voy a poner ejemplos reales.
Allá a finales de los noventa y principios del nuevo siglo, los profesionales todavía tenían ciertas reticencias a trasladar sus negocios al mundo web, principalmente lo que había en la red eran grandes empresas y páginas personales... muchas páginas personales. Por ello empezaron a proliferar muchos sitios web que ofrecían espacio web gratuito, pero muy básico: nada de programación, nada de acceso a bases de datos... sitios web HTML totalmente planos y estáticos. Otra forma de disponer espacio web era usar el que ofrecía gratis el proveedor de acceso a Internet contratado. En aquellos años, el mundo blog todavía no había debutado, no existían las redes sociales, y no existían los servicios que existen ahora. Contar con un espacio web para crear una página profesional era realmente costoso, económicamente hablando, así pocos negocios locales, autónomos, y particulares se animaban a 'aparecer' en Internet.
Yo mismo monté en casa, en el año 2001, mi propio servidor de Internet basado en Linux.
Después estaba el grupo de personas que disponía de importantes conocimientos técnicos de informática y de la red, que se animaban a crear su propio servidor web en su domicilio, algo posible en cuanto nacieron las primeras redes de banda ancha como las conexiones por cable o la famosa ADSL. Yo mismo monté en casa, en el año 2001, mi propio servidor de Internet basado en Linux, conectado a una proveedor de Internet por cable, y utilizando piezas de desecho para el servidor. Era la única forma de tener acceso a todo lo necesario para crear una web profesional sin soltar un dineral.
Pero los tiempos han cambiado... registrar un dominio es más barato, y se puede disponer de un buen alojamiento web o hosting por poco dinero... por una cantidad totalmente accesible. Pero, como he comentado párrafos más arriba, hay que tener cuidado a la hora de elegir lo 'barato'. Por ejemplo, hace unos años encontré una oferta muy buena de un proveedor de internet, un espacio web sin limite de sitios web (multidominio), ilimitado es espacio en disco, y sin límite de transferencia mensual; el precio era espectacular. Decidí probar...
Masificar a los clientes en un servidor destinado a una capacidad muy inferior...
Ciertamente todo era ilimitado... todo lo visible, pero después los límites eran internos. No me limitaban el espacio web, ni los dominios a alojar con sus páginas, ni la transferencia mensual. Pero limitaban la memoria RAM máxima, el número de procesos a ejecutar, y el rendimiento de los procesadores, y eso no te lo contaban de forma directa... ¿Cuál era la estrategia? Multiplicar en progresión aritmética los clientes, pero reducir su impacto en sus servidores; es decir, masificar a los clientes en un servidor destinado a una capacidad muy inferior.
Empecé a notar problemas en mis sitios web WordPress; en el antiguo proveedor, más caro pero muy eficiente, podía actualizar simultáneamente 10 o 15 plugins. En el nuevo hosting tenía que ir de uno en uno, porque si no lo hacía así, saltaba el límite de procesos o de memoria RAM, y mi web se caía temporalmente hasta bajar de nuevo el nivel de recursos utilizados. Y aunque tuviera la mejor plantilla WordPress para seo, soportaba muchos problemas después. Aparte de lo anterior, y aun contando con copias de seguridad en el proveedor, me perdieron, en una ocasión, datos de un par de sitios web por un fallo del proveedor al actualizar las bases de datos... me dejaron unos días inoperativo hasta resolver el problema y recuperar los datos. Y tuvieron que hacer el proceso de recuperación dos veces, porque a la primera no fue bien.
Si quería hacer una copia de seguridad de mis sitios web y bases de datos, para cada copia tardaba un tiempo enorme en poder procesarlas.
También tuve problemas en los momentos que recibía un aluvión de visitas en espacios de tiempo concretos, por la publicación de nuevos artículos o por otros motivos. Entonces, mis sitios web se caían por superar el límite de procesos o de memoria RAM... aparecían errores 500 al cargar la web. Otro problema importante; si quería hacer una copia de seguridad de mis sitios web y bases de datos, para cada copia tardaba un tiempo enorme en poder procesarlas. Era horrible.
Pasado un tiempo, y ya cansado de tantos problemas, volví al proveedor de hosting de toda la vida, sobre el cual me quedó claro que era el 'bueno y barato', aun siendo más caro que el otro. Hay que tener cuidado con los hosting más económicos, y hay que mirar con lupa lo que se va a contratar.
Entre los aspectos a tener en cuenta la hora de contratar un hosting, a parte de las limitaciones que se impongan, se debería siempre preguntar por el precio del hosting en el segundo año y sucesivos. Existen hosting sobradamente conocidos a nivel mundial que al contratar ofrecen un superprecios, con grandes condiciones, y con un buen servicio posterior. Pero al renovar el segundo años y posteriores, el precio se dispara a un valor muy superior a los servicios ofrecidos... solo son baratos el primer año.
Existen proveedores de hosting que ofrecen sus propios paneles de control personalizados...
Otro aspecto muy importante es el panel de control que vaya a proporcionar el proveedor de hosting. Normalmente siempre busco que sea CPanel o Plesk, los más conocidos, y los cuales domino perfectamente. Pero hay proveedores de hosting que ofrecen sus propios paneles de control personalizados, como producto interno. Y cuando he trabajado con proveedores de ese tipo, siempre he tenido muchos problemas para ejecutar las labores más comunes, así como, en muchos casos, me ha resultado imposible entender al 100% como funcionan. Por eso prefiero asegurarme de que el proveedor me va a proporcionar licencia para CPanel o Plesk.
También es importante tener claras las ideas de lo que se va a necesitar, los servicios que voy a tener que utilizar para mi web. Por ejemplo, si necesitas ejecutar tareas programadas, de estilo al cron de Linux, muchos proveedores no lo ofrecen por defecto. Una vez contratado se tiene que pedir esa parte, y a veces dan permisos para ello, otras no... debemos mirar globalmente todos los requerimientos de nuestra web, y asegurarnos que el proveedor de hosting nos va a proporcionar todos ellos.
He trabajado con muchos proveedores de hosting y, en mi caso personal, siempre he tenido que dejar a un lado los más baratos, y buscar opciones más equilibradas tanto en precio como en servicios ofertados; tampoco se trata de comprar el hosting más caro del mundo.
Es bueno dejarse aconsejar, porque las sorpresas pueden ser mayúsculas.