Mi octavo libro dedicado a recuperar al auténtico primer videojuego español, a la venta con precio muy popular en versión papel, o versión ebook económica.
En Enero de 1985 fue lanzado al mercado un dispositivo llamado Coleco Adam, un ordenador personal que podía provocar el borrado de discos magnéticos cercanos.
En Junio de 1983 la empresa Coleco anunció el inminente lanzamiento al mercado, en Octubre de 1983, de un dispositivo llamado Coleco Adam ¿Qué era? Una especie de híbrido entre ordenador personal y videoconsola.
La videoconsola ColecoVision podía utilizar los cartuchos de Atari 2600.
Antes de todo aquello, en Agosto de 1982, Coleco anunció el lanzamiento al mercado de una nueva consola llamada ColecoVision, nacida para competir con la exitosa Atari 2600, la primera consola de éxito comercial mundial. Entre otras cosas, la videoconsola ColecoVision podía utilizar los cartuchos de Atari 2600, y el éxito no se hizo esperar, superando el millón de unidades vendidas en los inicios de 1983. Con el paso del tiempo, el producto llegó a superar los seis millones de unidades vendidas.
Pero en 1983 llegó la Crisis del Videojuego, y Coleco descatalogó la videoconsola ColecoVision en la primavera de 1984. Antes de eso, durante el año 1983, la empresa había trabajado en el proyecto de Coleco Adam que pretendió encarnar simultáneamente a los dos mundos de éxito del momento: el ordenador personal y la videoconsola. En realidad, Adam era vendido bajo dos formatos completamente diferentes: un ordenador personal, y un dispositivo de expansión que podía ser conectado a una videoconsola ColecoVision.
El ordenador personal Adam contó con ranuras compatibles con ColecoVision que permitieron el uso de sus cartuchos y periféricos.
El dispositivo de expansión fue llamado Expansion Module #3, y permitía convertir a la videoconsola en un ordenador personal Coleco Adam. El otro formato, el ordenador personal Adam, nació con un amplio catálogo de software y contó con ranuras compatibles con ColecoVision que permitieron el uso de sus cartuchos y periféricos.
Las primeras unidades del Coleco Adam, una cantidad menor a las cien mil unidades, fueron entregadas con retraso a finales de 1983, incluyendo numerosos fallos de funcionamiento. Y los problemas de desarrollo continuaron hasta que el 2 de Enero de 1985 la empresa anunció que el producto Coleco Adam era descatalogado y liquidadas todas las existencias en almacén.
El Coleco Adam incorporó un microprocesador Zilog Z80 y 64 Kilobytes de memoria RAM.
El ordenador Coleco Adam contó con unas características técnicas que lo asemejaban a otros ordenadores personales del momento: un microprocesador Zilog Z80, 64 Kilobytes de memoria RAM, dos interfaces de cinta integrados para entrada y salida de datos, y un puerto llamado AdamNet que permitía la conexión externa de unidades de disco.
Respecto al software, el ordenador incluyó el BASIC AppleSoft, un procesador de textos grabado en ROM, y el sistema operativo CP/M adquirido de forma opcional.
El equipo Coleco Adam incorporó una impresora de margarita que contenía la fuente de alimentación de todo el sistema.
La idea de fusión con ColecoVision tuvo éxito y críticas favorables, pero el producto creado no obtuvo ese mismo resultado... exactamente el contrario. El equipo Coleco Adam incorporó una impresora de margarita, y la fuente de alimentación de todo el sistema, curiosamente, se encontraba en el interior de la impresora. Por lo tanto, para trabajar con el equipo, era necesario tener encendida la impresora constantemente.
El principal problema, el gran fallo a destacar del Coleco Adam, era que aquel ordenador generaba tal cantidad de energía electromagnética en su arranque que era capaz de borrar cualquier información de cualquier unidad de cinta o disquete que estuviera insertado, o incluso que estuviera cerca del equipo. En realidad, el fallo podía afectar a cualquier otro dispositivo electrónico cercano que fuera sensible a las corrientes electromagnéticas.
Los fallos no fueron obstáculo para que muchos amantes de la retro-informática consideren al Coleco Adam como una pieza de importante valor.
La cantidad y visibilidad de los fallos del Coleco Adam fueron tan importantes que a la empresa Coleco le costó unas pérdidas de 50 millones de dólares en menos de un año. Pero todos aquellos fallos no fueron un obstáculo para que muchos amantes de la retro-informática consideraran al equipo como una pieza de importante valor. En los años posteriores, los entusiastas de ese ordenador continuaron desarrollando software y periféricos para el equipo, incluso desde el año 1989 se lleva celebrando un evento llamado Adamcon que reúne a los entusiastas del ordenador de Coleco en diferentes ciudades de Estados Unidos y Canadá.
La videoconsola ColecoVision podía utilizar los cartuchos de Atari 2600.