A lo largo de los años me he encontrado de todo en la informática personal: ordenadores peculiares, periféricos peculiares, y siempre una idea diferente en algún fabricante que terminaba por ser replicada por terceros. Pero con lo que nunca me crucé fue con un ordenador con impresora integrada. En el año 1983 fue lanzado, en Japón, el modelo Sharp MZ-731 que incluyó una impresora a color integrada. No he vuelto a ver otro equipo similar.

En Octubre de 1982, cuando la división japonesa de Microsoft había creado una alianza para desarrollar el segundo estándar de ordenador de la historia, el sistema MSX, la empresa nipona Sharp lanzó al mercado la serie de micro ordenadores MZ-700. Aquella serie no llegó a Europa hasta Octubre de 1983.

A finales de los años setenta, a partir de 1978, Sharp se introdujo en la informática personal y desarrolló una serie de ordenadores personales que incorporaron una alta integración, incluyendo monitor propio. Eran los tiempos de la serie MZ-80K. La serie MZ-700 de 1982 fue la primera de la empresa nipona que rompió con aquella estrategia de alta integración, al no incorporar monitor integrado en cada equipo.

La serie Sharp MZ-700 no difería en casi nada respecto a otros micro ordenadores de 8 bits del momento; incluyó un microprocesador Sharp LH-0080 -compatible con el popular Zilog Z80 del momento-, 64 Kilobytes de RAM, 4 Megahercios de velocidad, e interfaz de cinta integrado de 1.200 bit por segundo de lectura. Pero, dentro de aquella gama, si existió un modelo peculiar, el Sharp MZ-731, que además de incorporar interfaz de cinta en el teclado, incluyó una impresora integrada.

La serie MZ-700 contó con alguna particularidad más, como la de no contener ningún intérprete de lenguaje de programación en ROM, por tanto, para cargar cualquiera de los existentes, fue necesario utilizar el interfaz de cinta y esperar el tiempo necesario en cada arranque para que el software pudiera cargar. Aquella serie permitió utilizar lenguajes de programación como BASIC, ensamblador, Pascal, Lisp, C, Fortran, Comal, o Forth, pero perdiendo el derecho al arranque instantáneo de un intérprete lanzado desde la rápida ROM.

El modelo Sharp MZ-731 no fue lanzado en el año 1983, como el modelo base MZ-711 que no contenía periférico alguno, o el modelo MZ-721 que era el modelo base sumando el interfaz de cinta integrado en el teclado, pero fue lanzado poco tiempo después. El tercer modelo de la serie MZ-700 fue sustituido, en el año 1985, por un nuevo modelo llamado Sharp MZ-831 que también incluyó una impresora integrada.

El hecho de que el tercer modelo de la serie incluyera una impresora plotter de cuatro colores fue un hecho insólito, quizás exista algún equipo similar en la historia, pero el Sharp MZ-731 es el único que he podido documentar con esa característica, que no fuera la propia evolución posterior en forma del modelo MZ-831. La impresora, también llamada trazadora gráfica, podía imprimir en cuatro colores diferentes, hasta un máximo de ochenta columnas por línea, y con 64 tamaños diferentes.

Una carencia importante, quizás, de la serie MZ-700 fue la baja resolución gráfica, asunto que fue solucionado, posteriormente, con la serie MZ-800 del año 1985 que incluyó una interesante resolución de 640 por 200 píxeles, además de un chip de sonido mejorado, y las primeras unidades de disco.

El precio del equipo Sharp MZ-731 en España en Marzo de 1985 era de 119.000 pesetas -720 euros al cambio, aproximadamente-; el modelo Sharp MZ-721, que era el equipo base con interfaz de cinta integrado, podía costar 85.000 pesetas -511 euros al cambio, aproximadamente-. Mirando a la competencia se encontraba en un rango de precio equilibrado para el año 1985, aunque es cierto que la impresora, de reducido tamaño, no aportó un valor importante; un equipo como el Amstrad CPC6128 aportó una tecnología, características, y capacidad, muy superior al equipo Sharp y a un precio muy similar, con monitor de color incluido en la compra.

La serie MZ-700 de Sharp contó con presencia en España, aunque poca... sucumbió al empuje de otras marcas de éxito como el Spectrum de Sinclair o la serie CPC de Amstrad. La serie MZ-700 contó con un amplísimo catálogo de software, aunque llegó con dificultad desde Japón a Europa. Alemania fue uno de los países de Europa donde la serie tuvo una importante presencia.