La abstracción. En el año 1994 el mundo gráfico solo habÃa llegado a la arquitectura PC, gran dominadora de la informática en Europa, por medio de entornos separados que no terminaban de cuajar. Por lo tanto el software utilizado estaba basado en un modo texto, y los conceptos que rodeaban aquello eran abstractos... difÃciles de comprender para los profanos en la materia.
La escasa base formativa. En los primeros años noventa apenas existÃa una base formativa «popular» en informática, ya que el ordenador comenzaba a llegar a los hogares -era algo demasiado nuevo para la gente-, y la mayor parte de la población nunca se habÃa enfrentado a esa ciencia.
La falta de recursos. En los primeros años noventa Internet acababa de ser liberalizada para el uso público, y en España todavÃa era un acceso difÃcil de incorporar. Por lo tanto no habÃa un lugar accesible donde obtener, por uno mismo, los conocimientos necesarios en informática que no fuera por medio de la constante compra de libros.
El empleo. La pequeña y mediana empresa empezó, en los primeros años noventa, a demandar conocimientos de nivel de usuario en muchos puestos de trabajo... la informática comenzó a ser un elemento fundamental para el currÃculo profesional de los demandantes de empleo.
Una vez terminada la parte del sistema operativo, se accedÃa en la formación a un software esencial... el procesador de textos. Y el procesador de textos demandado en 1994 era la famoso WordPerfect 5.1.
El WordPerfect era más entretenido que el MS-DOS.
Un procesador de textos era fundamental... saber cómo construir y dar forma a un texto para su posterior impresión ahorraba mucho trabajo con respecto a las antiguas máquinas de escribir, aparte de ofrecer mayores posibilidades. El WordPerfect era más entretenido que el MS-DOS debido a que, al menos, contaba con una pantalla en fondo azul, mostrando colores.
El siguiente paso era aprender una hoja de cálculo, y la más famosa del momento era la conocida Lotus 1-2-3. La hoja de cálculo quizás no fuera tan necesaria como el procesador de textos, pero era una asignatura vital en los estudios de económicas o empresariales. Y el grado de dificultad en el aprendizaje podÃa ser importante... depende del nivel de complejidad del cálculo a realizar.
En el gestor de bases de datos la complejidad aumentaba.
¿Cómo se repartÃan las clases? Lo normal era realizar un curso de tres meses, aproximadamente, impartiendo cada uno de los cuatros bloques descritos divididos en periodos de tres semanas. Es decir, lo normal era que los alumnos contrataran cursos integrales... se impartÃan los cuatro bloques. Normalmente se asistÃa tres dÃas a la semana, hora y media cada dÃa, o dos dÃas a la semana con dos horas lectivas cada dÃa. Los cursos contaban con una duración entre 50 y 60 horas totales.
Con respecto al precio y distribución, unas academias se copiaban a otras.
Evidentemente, existió formación en informática de diferentes tipos y con diferentes temáticas, pero para el año 1994, lo expuesto en este artÃculo era el «curso tipo» más demandado... lo que todas las academias ofrecieron bajo el prisma de una comparativa común.
La llegada de sistemas operativos de entorno gráfico que facilitaban la labor y la expansión de Internet facilitaron la decadencia formativa.
A partir del año 1996 comenzó el ocaso de la formación en informática... la llegada de sistemas operativos de entorno gráfico que facilitaban la labor y la expansión de Internet, facilitaron aquella decadencia... pero eso ya es tema de otra historia.
La informática pasó a ser parte del temario lectivo.