Mi octavo libro dedicado a recuperar al auténtico primer videojuego español, a la venta con precio muy popular en versión papel, o versión ebook económica.
En noviembre de 1978 fue lanzado en papel, con un total de diez hojas, el primer número de un boletín informativo sobre el Commodore PET llamado Club Data. Fue el primer club de usuarios de ordenadores personales de España.
En el año 1978 la informática personal o de usuario estaba naciendo gracias al éxito de pequeños ordenadores lanzados en aquellas fechas como el Apple II, Tandy TRS-80, o el Commodore PET. En España pocas personas podían acceder en aquel año a ese nuevo mundo de la informática personal -entre otras cosas porque un ordenador personal integrado podía costar tanto como un pequeño coche de tipo turismo-; pero existían entusiastas dispuestos a aportar su granito de arena para la difusión de ese nuevo «concepto» que se encontraba en pleno proceso de florecer.
En 1978 Alberto Lozano era un joven entusiasta y emprendedor del mundo de la electrónica y, también, apasionado de esos nuevos ordenadores accesibles a cualquier usuario. Por ejemplo, Alberto construyó su propio ordenador desde cero utilizando un procesador SC/MP de 4 bits de National Semiconductor por medio de placas alambradas a mano con «whirewrapping».
Alberto Lozano propuso al distribuidor la creación de un club que pudiera aportar asistencia y conocimiento a los usuarios del Commodore PET.
Con la coincidencia de la distribución en España del Commodore PET por parte de la empresa Microelectrónica y Control, Alberto propuso al distribuidor la creación de un club que pudiera aportar asistencia y conocimiento a los usuarios del famoso ordenador en aquella época. Y para conseguir socios para el club, nada mejor que el propio distribuidor aportara las direcciones de cada comprador de ese modelo de ordenador... a Microelectrónica y Control le interesaba que existiera el club, ya que les podía proporcionar mayor difusión para el equipo a vender.
En noviembre de 1978 fue lanzado, en papel, un primer boletín informativo de 10 páginas llamado Data, dando lugar al estreno del Club Data. En sus primeros números el club se centró -únicamente- en el ordenador Commodore PET. Inicialmente, la revista nació con una periodicidad mensual... aunque no siempre cumplió escrupulosamente dicha periodicidad. El boletín Data fue creado con la idea de dar soporte a los usuarios y ser, también, intermediario en las compras de software de sus asociados, permitiendo al club realizar una labor de distribución para traer software del extranjero y traducirlo al castellano para, finalmente, ser entregado a los socios-compradores.
Nicanor Ariño, Agustín Durán, y Josep Moncusí, también ocuparon un rol importante dentro del Club Data.
Es importante aclarar que los asociados al Club Data no pagaban ninguna cantidad económica por pertenecer al club -aclarando, también, que alguna fuente contradice esa afirmación y habla de una pequeña cuota a abonar por cada miembro del club-, y por ello la financiación era difícil de conseguir... al menos al principio. En los inicios del club, un empresario llamado Nicanor Ariño aportó la financiación necesaria hasta que el club pudo gestionar el apartado económico por si solo. Además de Nicanor y Alberto, otras personas participaron en la gestión del club como Agustín Durán, propietario de una imprenta, y Josep Moncusí como dibujante de la publicación.
En el año 1979 la empresa americana Data General consideró que el nombre de Club Data era una violación de su marca, y por ello advirtió de posibles acciones legales... el club cambió su nombre por otro nuevo: Club Run. Para aquellas fechas el club ya tenía como ámbito de alcance a otras dos plataformas, abriendo el club a los usuarios del Commodore PET, Apple II, y TRS-80.
En 1981 llegaría un nuevo cambio de nombre y el Club Run fue renombrado como Club Fastware.
Dos años después, en 1981, llegaría un nuevo cambio de nombre y el Club Run fue renombrado como Club Fastware, siendo la antesala de la desaparición del club poco tiempo después. Para ese año Alberto Lozano, fundador y editor de la revista, había abierto su propio negocio de informática en Barcelona... y ya no hubo tiempo suficiente a dedicar al club; el primer club de usuarios de ordenadores de España desapareció.
El club llegó a tener un centenar de miembros en el marco histórico de una época donde únicamente una persona de la clase alta podía adquirir uno de esos ordenadores «domésticos», por lo que en su corta vida el club tuvo su importante repercusión. Y en la época actual, entiendo que el club merece ser recordado hasta el punto que el propio repositorio histórico Archive.org cuenta con un enlace donde se puede ver el original del primer número del boletin Data.
Alberto Lozano propuso al distribuidor la creación de un club que pudiera aportar asistencia y conocimiento a los usuarios del Commodore PET.