El Dragon MSX es una de esas joyas casi olvidadas de la historia de la informática en España. A mediados de los años 80, cuando el estándar MSX intentaba unificar el mercado de los microordenadores de 8 bits, varias empresas españolas vieron la oportunidad de crear su propio equipo compatible. Entre ellas destacó el intento de Dragon Data, conocida por sus microordenadores Dragon 32 y 64, que buscó dar el salto al popular sistema japonés. El Dragon MSX, sin embargo, nunca llegó a convertirse en un éxito comercial. Sus características técnicas eran similares a las de otros MSX de primera generación, con un Zilog Z80, 16 o 32 KB de RAM ampliables, gráficos basados en VDP de Texas Instruments y sonido PSG, todo dentro de la filosofía MSX. Lo que lo hace tan especial hoy es su rareza, ya que apenas existen referencias, unidades conservadas o documentación, convirtiéndolo en una pieza de coleccionismo para los apasionados de la retroinformática. Hablar del Dragon MSX es abrir una ventana a una época donde la informática doméstica estaba en plena ebullición, y España intentaba hacerse un hueco entre gigantes japoneses como Sony, Panasonic o Sanyo, dejando para la historia un ordenador tan misterioso como fascinante.
Una nueva publicación que tiene marcado el objetivo de recuperar la historia del que pudo ser el único MSX con origen español.