En los primeros años noventa se produjo en España la segunda explosión de la informática personal con el mundo PC como protagonista. La mayorÃa de los hogares y empresas de medio o pequeño tamaño pasaron a estar informatizadas, surgiendo una necesidad formativa en la especialidad.
En la segunda mitad de los años ochenta se produjo en España la primera explosión de la informática personal con ordenadores como la serie Amstrad CPC, Spectrum ZX de Sinclair, o los ordenadores bajo el sistema MSX; las ventas se dispararon y empezaron a llegar los ordenadores de 8 bits a los hogares. Pero el destino de aquella inversión era, principalmente, el ocio y entretenimiento. El mundo PC, de mayor coste económico, se relacionaba directamente con asuntos muy profesionales.
En la primera mitad de los noventa se produjo la segunda explosión de ventas en informática.
Ya entrados los años noventa el mundo PC terminó por imponerse, y la necesidad de formación en informática empezó a ser una realidad para la población. Ahà se produjo la segunda explosión de ventas en informática, pero sobre el mundo PC y no solo para asuntos de ocio y entretenimiento... para estudiar, para la pequeña y mediana empresa, para tareas de administración...
Los estudios universitarios empezaron a incluir asignaturas de informática para añadir al expediente formación en lo que, de aquella, ya se consideraba el futuro. Y aquello no fue una equivocación. Entonces la formación no oficial en informática se dividió en dos vertientes: la formación a nivel de usuario en asuntos de administración, y la formación para un perfil más profesional.
Los pilares básicos de la administración empresarial informatizada fueron: contabilidad, facturación, y nóminas.
Aquella segunda explosión hizo disparar la necesidad de formación en el sistema operativo MS-DOS, el procesador de textos WordPerfect 5.1, la hoja de cálculo Lotus 1-2-3, y el gestor de base de datos dBase III Plus...
El segundo camino, y más enfocado hacia el sentido del conocimiento de un profesional de la informática, fue la demanda de formación en herramientas complejas, no para obtener soluciones, sino para crear soluciones para uno mismo o para terceros. Y la segunda explosión de la informática hizo disparar la necesidad de formación en el sistema operativo MS-DOS, el procesador de textos WordPerfect 5.1, la hoja de cálculo Lotus 1-2-3, y el gestor de base de datos dBase III Plus.
En la segunda mitad de los noventa el acceso a Internet se popularizó, medio ideal para aprender por uno mismo, y el conocimiento colectivo en informática aumentó, por lo que la formación no reglada, tanto en el apartado del usuario como en el apartado del profesional, fue decayendo y entrando en un profundo declive.
Aquellas herramientas nunca cayeron en el olvido...
Las herramientas base de aquellas formaciones tanto para la facturación, contabilidad, y nóminas desde el punto de vista del usuario, como las herramientas de gestión de bases de datos, sistema operativo, procesado de texto, y hojas de cálculo desde el punto de vista del profesional, nunca cayeron en el olvido. Cada vez fueron más necesarias, se fueron adaptando a las nuevas tecnologÃas surgidas constantemente, y en la actualidad forman más parte que nunca de la vida de todos.
En la primera mitad de los noventa se produjo la segunda explosión de ventas en informática.