Una herramienta como el ordenador se ha convertido, hoy en día, en algo imprescindible tanto para trabajadores que forman parte de pequeñas y grandes empresas como para estudiantes que acuden a formarse a universidades e institutos.

Obviamente, el objetivo de estas personas es contar con un equipo de calidad, que ofrezca una respuesta óptima a la hora de ejecutar cualquier tarea o programa. Esto implica hacer una gran inversión o, si se prefiere, optar por la opción alternativa: los PCs reacondicionados.

Cada vez son más los usuarios que aprovechan esta última fórmula para llevarse a casa un equipo de alta calidad, con una larga vida útil y, sobre todo, a un precio bastante más reducido que si lo adquirieran de fábrica. Por eso, en todos los sectores esta se considera como la mejor opción para empresas y estudiantes.

¿Pero qué es exactamente un ordenador reacondicionado? En ParcelaDigital te cuento todo lo que tienes que saber para que no te vendan gato por liebre y verdaderamente puedas aprovecharte de esta oportunidad sin ninguna de sus desventajas.

Antes que nada, una llamada a la tranquilidad: no te voy a ofrecer que te hagas con algunas de las piezas de colección de las que hablo habitualmente en mi blog y que no serían nada funcionales para el trabajo o el estudio diario. Muy al contrario. Para que se entienda de un modo gráfico, comprar un PC reacondicionado sería algo muy similar a acudir a un concesionario de segunda mano y llevarse un coche de kilómetro cero.

Desde un punto de vista más técnico, entendemos ordenador reacondicionado como aquellos modelos, tanto de sobremesa como portátiles, que se han devuelto a la tienda por algún motivo. Estas las han mandado directamente al productor, que ha sustituido las piezas necesarias y lo ha puesto a punto para salir al mercado… solo que a un precio más barato.

Siguiendo con el símil del coche, con la compra de un sistema informático reacondicionado, el usuario puede acceder a un modelo con ‘más extras’ por el mismo precio que pensaba gastarse en uno mucho menos completo y potente.

¿Y quién se negaría a adquirir un equipo con un chip i7 pagando lo mismo que por un i5? ¿Por qué quedarse con 500 GB de memoria interna si no hay que gastar más para llegar al Terabyte?

Todos estos motivos son los que hacen que pensar en un equipo reacondicionado valga la pena. Pero hay más: al haber sido puesto a punto en fábrica, el comprador cuenta con la garantía de que el equipo se encuentra en perfecto estado de uso y que le ofrecerá un rendimiento óptimo.

Precisamente por ello, las empresas que más se han especializado en este tipo de productos aplican a todos ellos una garantía asegurada durante al menos dos años, para que así la tranquilidad del usuario aumente todavía más.

Queda claro por qué un PC reacondicionado, que además impide que aparatos y componentes vayan a la basura más rápido y en mayor volumen, es una elección ganadora. Y, también, por qué ha cambiado la forma en la que los empresarios, trabajadores y estudiantes se relacionan con el entorno digital en los últimos años.