En España siempre he afirmado que la primera gran revolución de la informatización de los hogares tuvo lugar hacia el año 1986, con la llegada de ordenadores británicos como los equipos de Sinclair o de Amstrad. En España especialmente Amstrad influyó en mayor medida en aquella explosión.
Y justo mis padres me regalaron un fabuloso Amstrad CPC6128 con 128 Kilobytes de RAM y unidad de disco integrada en el teclado, lo último en características, a un precio fabuloso en aquel momento. Es decir, me compraron el ordenador en el momento ideal.
La atmósfera que se vivía en aquellos años no es la actual, hay muchas diferencias, por lo tanto, en aquellos años, tener lo último no era sinónimo de avanzar... a veces era retroceder.
La informática personal estaba naciendo, los niños de aquella época habíamos accedido a un nuevo mundo que nunca habían conocido nuestros padres, y el momento era realmente especial.
En este podcast, y a través de mi experiencia personal, voy a intentar recrear la atmósfera que vivimos aquella generación en los años ochenta, y voy a intentar explicar por qué teniendo lo último en tecnología, al final tuve que retroceder y utilizar periféricos más antiguos.