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La informática evoluciona rápido, y quizás dicha evolución fue frenada un poco hace 12 años cuando finalizó la carrera de los gigahercios al llegar al tope de los 4 Ghz de frecuencia de reloj. No obstante, se crea un dilema a la hora de decidir qué hacer con un ordenador antiguo ¿comprar nuevo o actualizar ordenador?
Desde los años ochenta la evolución del hardware ha sido imparable, quizás presionada por la evolución del software... Henry Petrosky dijo «el logro más impresionante de la industria del software es su continua anulación de los constantes y asombrosos logros de la industria del hardware». Y ciertamente es así ¿Comprar nuevo o actualizar ordenador? Una gran pregunta; una decisión difícil de tomar.
La estrategia de la carrera de los gigahercios viró hacia una arquitectura de microprocesadores multi-núcleo.
El hardware evolucionó más rápido desde los años ochenta hasta los años 2005 o 2006, hasta alcanzar los límites físicos impuestos por los materiales usados para la fabricación de los microprocesadores. En la segunda mitad de la primera década de este siglo, la estrategia de la carrera de los gigahercios viró hacia una arquitectura de microprocesadores multi-núcleo y, en cierto modo, el hardware vio frenado su ritmo de evolución.
En la actualidad, los procesadores pueden alcanzar los 4,5 Ghz -existen casos como el Intel Core i9-7900X que con su velocidad de reloj base de 3,3 Ghz alcanza con el Turbo-Boost Max 3.0 los 4,5 Ghz, y se logró -mediante overclocking- alcanzar los 5,75 Ghz. No obstante la evolución del hardware, en lo que a velocidad de proceso refiere, se vio reducida y, con ello, los ordenadores de última generación pasaron a diponer de un poco más de vigencia, siendo más ampliable con más años de antigüedad.
¿Qué vigencia puede tener un ordenador? ¿Con cuánta antigüedad se puede considerar obsoleto?
¿Qué vigencia puede tener un ordenador? ¿Con cuánta antigüedad se puede considerar obsoleto? Imposible de calcular; depende del destino de su uso, de las características, de la calidad del producto... habría que estudiar casa caso de forma específica. A la hora de comprar un ordenador se puede adquirir de un fabricante de marca o un ordenador «clónico» montado a piezas, y cada caso es un mundo, no hay nada escrito... para unos casos es mejor el ordenador de marca y para otros el clónico.
Partiendo de la premisa que todo vale, y que nada es extrapolable a premisas genéricas, decidimos mostrar con detalle, en este artículo, un caso real: el proceso para la toma de decisión entre sustituir un ordenador por otro nuevo o ser actualizado, y su posterior proceso de ejecución. Además del texto explicativo, en la parte inferior de esta página, en la sección de vídeos relacionados con el artículo, en el primer vídeo se puede ver un breve resumen de todo el proceso de actualización del caso real que voy a describir.
El ordenador fue comprado en Marzo de 2013, y muchos procesos con software moderno ralentizaron seriamente al ordenador en el último periodo.
Partimos de un ordenador Lenovo H520S con las siguientes características: Microprocesador Intel i5 3330 de 4 núcleos a 3 Ghz de frecuencia, 4 Gb de RAM DDR3, placa base con chipset Intel H61 Express que incorpora tarjeta gráfica integrada, disco duro mecánico Serial ATA Seagate Barracuda 500 Gb, y una fuente de alimentación de 180W. La torre es de tamaño Slim, por lo tanto la fuente de alimentación es de formato TFX. El ordenador fue comprado en Marzo de 2013 -cinco años de antigüedad a la hora de escribir este artículo-, y muchos procesos con software moderno ralentizaron seriamente al ordenador; ralentización que no era solucionada formateando e instalando el sistema operativo de nuevo.
El ordenador en cuestión tuvo como destino de uso el desarrollo de software, tanto en aplicaciones de formularios como en asuntos web, así como se gestionaban imágenes y se hicieron algunas ediciones en vídeo de forma totalmente «amateur». Nada de videojuegos, nada de modelado 3D, ni nada que requiera un ordenador especial.
Buscamos en tiendas físicas y tiendas «online» una torre nueva que pudiera tener unas características superiores al antiguo.
Nuestro deseo era adquirir un ordenador de marca y, además, gastar la menor cantidad de dinero posible -dos elementos imprescindibles para nuestro estudio-. En primer lugar buscamos en tiendas físicas y tiendas «online» una torre nueva que pudiera tener unas características superiores al antiguo... equipo que fuera más acorde con la tecnología actual: un disco duro sólido SSD principal -de suficiente espacio para uno usar un Serial ATA secundario-, un microprocesador similar al actual, 16 Gigabytes de memoria RAM... etcétera.
El primer problema que encontramos tuvo que ver con la falta de variedad... en la actualidad las tiendas físicas disponen de poca variedad en versiones sobremesa -en algún caso reducida a dos o tres modelos-, lo que priman son los equipos portables. En el momento que nos adentramos en el mundo SSD, los equipos eran caros... una media de 900 a 1.000 euros por una torre operativa, y le hecho de pedir SSD conllevaba la incorporación de componentes de altísima calidad -como por ejemplo tarjetas gráficas de alta calidad- que no necesitábamos.
El microprocesador Intel i5 3330 de 4 núcleos a 3 Ghz da mucho juego y ofrece un buen rendimiento en la época actual.
Elegimos ampliar el equipo Lenovo H520S antiguo -en lugar de comprar uno nuevo- principalmente por tres factores muy importantes que podían abaratar mucho el proceso. El primer factor: el microprocesador Intel i5 3330 de 4 núcleos a 3 Ghz da mucho juego y ofrece un buen rendimiento en la época actual; en segundo lugar: los discos duros sólidos SSD son la gran baza actual... ejecutando ese único cambio provocaría un aumento brutal del rendimiento del equipo; en tercer lugar: el chipset Intel H61 Express permite el abanico de cambios deseado.
La placa base del ordenador Lenovo protagonista de este texto solo dispone de dos zócalos para la memoria RAM, así que decidimos quitar el módulo de 4Gb DDR3, y poner dos módulos de 8 Gigabytes cada uno de memoria DDR3 a 1333 Megahercios, y así obtener los 16 Gigabytes totales deseados. La frecuencia de los módulos elegidos estaba incluida en el abanico soportado por la placa base y su «chipset».
Además, como elemento principal de la ampliación, elegimos poner un disco duro sólido SSD Serial ATA II de 500 Gigabytes, el mínimo de espacio para sustituir al disco duro mecánico... la torre Slim solo dispone de un espacio de 3,5 pulgadas, por lo que el disco duro antiguo no se podía mantener como esclavo.
Decidimos deshabilitar la tarjeta gráfica integrada e incorporar en la ranura PCI-Express 2.0 una tarjeta gráfica nueva.
Secundariamente, decidimos deshabilitar la tarjeta gráfica integrada e incorporar en la ranura PCI-Express 2.0 una tarjeta gráfica nueva; para trabajar con algunas imágenes y realizar algún montaje de vídeo sencillo no hace falta nada especial, pero se gana rendimiento utilizando una tarjeta en zócalo PCI Express en lugar de utilizar la integrada en placa base.
Incorporar una nueva tarjeta gráfica que lleva, entre otras cosas, un ventilador en una ranura de expansión probaría que los 180w de potencia originales se quedaran cortos para servir a todos los componentes. Por eso se decidió, también, cambiar la fuente de alimentación original por una fuente de 500w que encontramos a un precio excepcional.
Al ser la torre una caja Slim, era importante tener en cuenta otros factores como que la fuente de alimentación es de formato TFX, en lugar del estándar ATX, y era necesario adquirir una tarjeta gráfica que incorporara abrazaderas de perfil bajo, o que pudiera ser adaptable y comprar aparte las abrazaderas.
Compramos un disco duro SSD Serial ATA II Samsung EVO 850 de 500 Gigabytes de capacidad.
Finalmente, compramos un disco duro SSD Serial ATA II Samsung EVO 850 de 500 Gigabytes de capacidad, dos módulos de memoria RAM Kingston de 8 Gigabytes cada uno de tipo DDR3 a 1333 Megahercios, una tarjeta gráfica Gigabyte Geforce 210 PCI-Express 2.0 adaptable para ser insertada en una caja Slim, y una fuente de alimentación formato TFX de 500w de potencia. Al pie de este artículo incluimos un vídeo que hemos grabado sobre todo el proceso de actualización, resumido en unos pocos minutos.
Todo el proceso de actualización llevó, en realidad, una hora de tiempo aproximadamente, y el resultado final fue espectacular... el aumento del rendimiento del ordenador bajo un sistema operativo Windows 10 fue increíble al ser comparado con el ordenador antiguo. El ordenador Lenovo H520S, antes de ser actualizado, obtuvo una puntuación de 2.700 en el benchmark PCMark 7. Una vez actualizado, el equipo obtuvo en el mismo benchmark un valor final de 3.831 puntos... más de mil puntos de mejora.
Del benchmark PCMark 7 es importante destacar el peso que tiene el apartado gráfico.
Dentro del benchmark PCMark 7 es importante destacar el peso que tiene el apartado gráfico, que es donde menos actualizamos el equipo, por lo tanto la sensación de velocidad que aporta el nuevo ordenador es mucho más importante que la puntuación obtenida gracias, principalmente, al disco duro sólido SSD.
Al comparar con otros equipos testados en PCMark 7 pudimos comprobar que nuestro nuevo ordenador logró una puntuación mayor que otros dos equipos basados en el microprocesador AMD FX-6100 -procesador que alcanza una velocidad muy superior de 4,6 Ghz-, con la misma tarjeta gráfica -aunque más rápida en frecuencia que la nuestra- y la misma cantidad de memoria RAM. El equipo que actualizado por nosotros también obtuvo una puntuación similar a otro equipo basado en un microprocesador más moderno Intel i5 4440 -de mayor frecuencia... 3,1 Gigahercios- con la misma tarjeta gráfica, aunque con la mitad de memoria RAM principal. Todos los equipos elegidos para la comparación disponían de disco duro principal SSD.
Todos los componentes adquiridos para la actualización costaron 340 euros en Amazon.
En contraposición a la compra de una nueva torre que incluyera un disco duro SSD y 16 Gigabytes de memoria RAM, decisión que nos hubiera llevado a gastar entre 900 y 1.000 euros, todos los componentes adquiridos para la actualización costaron 340 euros en Amazon, siendo entregados en un plazo de 24 horas.
Lógicamente, se requiere un conocimiento importante sobre software y hardware para poder estudiar y ejecutar la actualización de un ordenador con total seguridad -es algo sobre lo que NO se debe experimentar si no se está preparado para ello-, pero ante un ordenador con algunos años de antigüedad quizás sea interesante valorar la posibilidad de ampliar en lugar de comprar un equipo nuevo, y si no se dispone del conocimiento adecuado, siempre se puede recurrir a un profesional cualificado y de confianza. No obstante, debemos de recordar que este es un ejemplo real... en otras ocasiones la mejor opción podría ser la compra de un nuevo ordenador; cada caso debe ser estudiado en el entorno de su uso y necesidad.
La estrategia de la carrera de los gigahercios viró hacia una arquitectura de microprocesadores multi-núcleo.