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En el año 1951 una empresa británica dedicada a la industria de la alimentación llamada J. Lyons & Co construyó un ordenador llamado LEO I («Lyons Electronic Office I»)... el primer ordenador comercial de la historia.
Con la entrada en la década de los años cincuenta, y con el conocimiento de la existencia de los primeros grandes ordenadores nacidos en la década de los cuarenta -como el ENIAC en 1946-, una empresa británica -dedicada al sector de la alimentación- llamada J. Lyons & Co decidió crear el suyo propio para, inicialmente, llevar las cuentas de las panaderías de la empresa... y, por ello, nació en 1951 el ordenador LEO I.
John Simmons creó en la empresa en el año 1932 la oficina de investigación de sistemas.
En la década de los años veinte la empresa J. Lyons & Co contrató a un joven matemático graduado en Cambridge llamado John Simmons; la idea de la empresa fue dedicar la labor de Simmons a supervisar nuevos métodos de organizar los procesos comerciales, y la información de gestión. Y Simmons no defraudó, ya que estableció una serie de innovaciones para modernizar procedimientos que eran tradicionales. Todo aquel esfuerzo llevó al empleado a crear en la empresa en el año 1932 la oficina de investigación de sistemas.
La empresa J. Lyons & Co contrató a más personal del mismo perfil de Simmons, y envió en el año 1947 a Oliver Standingford y Raymond Thompson a Estados Unidos para explorar nuevos métodos destinados al mundo de los negocios. Y ambos conocieron allí los primeros ordenadores electrónicos, y rápidamente vieron el potencial de aquellos ordenadores para resolver los problemas de contabilidad, y realizar de forma rápida y automática otro tipo de procesos.
La empresa J. Lyons & Co colaboró la Universidad de Cambridge en el desarrollo del EDSAC.
En 1947 la Universidad de Cambridge estaba diseñando y construyendo su propia computadora llamada EDSAC en el laboratorio dirigido por Maurice Wilkes, y la empresa alimentaria colaboró activamente -y económicamente- con el proyecto de aquel ordenador, bajo la premisa de poder copiar aspectos de la máquina para crear la suya propia. El ordenador EDSAC finalizó su desarrollo en el año 1949, hecho que fue el punto de partida para el ordenador de J. Lyons & Co.
Para ejecutar el objetivo marcado por la empresa alimentaria británica, la entidad necesitó disponer de su propio equipo de ingenieros, departamento que encabezó John Pinkerton. El equipo tomó como punto de partida la base del EDSAC, y diseñaron un ordenador adaptado a necesidades comerciales. Y así, en el año 1951, nació el primer ordenador de propósito comercial de la historia... y con ello también nació la primera aplicación comercial de la historia... tarea de implementación dirigida por David Caminer.
J. Lyons & Co creó otra entidad bajo el nombre de LEO Computers Limited a modo de empresa informática destinada a fabricar computadoras comerciales.
Aquel ordenador mostró un nuevo rumbo a la empresa J. Lyons & Co y, con ello, creó otra entidad bajo el nombre de LEO Computers Limited a modo de empresa informática destinada a fabricar computadoras comerciales. En realidad, la nueva empresa fue fundada en 1954 por inercia del éxito del primer ordenador que llevó a trabajar sobre un equipo LEO II afrontado en coincidencia con el momento del nacimiento de la nueva compañía. Y aquella empresa subsidiaria prestó servicio a importantes departamentos gubernamentales como, por ejemplo, la oficina de correos británica. Así nació un sector informático comercial basado en el éxito de empresas británicas que culminaría, en los años dorados en la informática personal de los ochenta, con empresas como Amstrad, Sinclair, Acorn Computers, o Tangerine Computer System.
El ordenador LEO I nació con 500 Kilohercios de velocidad, y su memoria de línea de retardo ultrasónico basada en tanques de mercurio era de 2 Kilobytes con palabras de 35 bits... aquello era cuatro veces más grande que lo incorporado en el EDSAC. En la serie de ordenadores LEO era posible programar en Intercode, un lenguaje ensamblador, y CLEO que era un equivalente al COBOL.
El ordenador LEO III incluyó un sistema operativo multitarea y memoria de núcleo de ferrita.
Poco tiempo después, se mejoró el ordenador lanzando al mercado el equipo LEO II. En el año 1961, diez años después del lanzamiento del primer ordenador, fue terminada la tercera versión llamada LEO III, ordenador que incluyó un sistema operativo multitarea y memoria de núcleo de ferrita. En el año 1963, LEO Computers Ltd se fusionó con English Electric Company, operación que llevó a la desintegración del equipo que había inspirado aquellos ordenadores; había nacido la empresa English Electric LEO Computers.
La nueva empresa continuó comercializando el ordenador LEO III, y trabajó sobre versiones más rápidas y modernas como el LEO 360 o LEO 326. Posteriormente, la empresa continuó uniéndose a otras hasta formar, en el año 1968, la entidad International Computers Limited (ICL). Los ordenadores LEO continuaron prestando servicio hasta el año 1981, existiendo también algunos ordenadores de ICL como, por ejemplo, el equipo ICL 2900, que a mediados de los ochenta todavía ejecutaban programas de LEO a través de un emulador.
John Simmons creó en la empresa en el año 1932 la oficina de investigación de sistemas.