Douglas Engelbart se hizo una pregunta: Me quedan cinco millones y medio de minutos para llegar a los 65 años, la edad de jubilación... ¿a qué puedo dedicar ese tiempo?, y la siguiente pregunta fue: ¿por qué no trato de maximizar el valor de mi carrera buscando un gran beneficio a la humanidad?

Douglas Engelbart estaba trabajando para el laboratorio Nacional del Departamento de Energía de los Estados Unidos (Ames Laboratory) cuando, un buen día, pensó: Me quedan cinco millones y medio de minutos para llegar a los 65 años, la edad de jubilación... ¿a qué puedo dedicar ese tiempo?, y la siguiente pregunta fue: ¿por qué no trato de maximizar el valor de mi carrera buscando beneficiar en importante medida a la humanidad?... resumiendo, utilizar esos cinco millones y medio de minutos en beneficio de toda la humanidad.

Douglas Engelbart era un visionario, y en aquellos años cincuenta, cuando los ordenadores eran gigantescos, basados en válvulas de vacío, él ya hablaba del futuro... hablaba de un ' interfaz de manipulación directa', tenía en la mente que aquellos gigantescos ordenadores debían trabajar con algún tipo de visualización gráfica, con monitores, incluso hablaba de terminales, y diferentes personas trabajando en diferentes salas, pero todos interconectados. Y su colegas, los de aquellos años, se reían de aquello... les parecía algo inverosímil. En España la informática era casi inexistente, por lo tanto todo aquello era desconocido.

Engelbart tenía muy en cuenta la visión de la parte humana de la máquina, como ayudar al humano a trabajar con la máquina, cuando el resto de ingenieros de la computación se centraban únicamente en la máquina y no en la parte del ser humano que debía trabajar en ello. Aquella diferente interpretación abrió un campo de investigación sin profanar para encaminar la labor de Engelbart.

La informática fue evolucionando, y Douglas llevaba tiempo con un pequeño cuaderno en el bolsillo de su camisa que tenía dentro los bocetos de una idea, construir algo que pudiera mejorar la comunicación entre ordenador y persona... algo para poder desplazarse con mayor rapidez y agilidad por la pantalla. Aquella idea nació en Engelbart, y fue desarrollada con detalle por el ingeniero de su equipo Bill English. Era una caja de madera con dos ruedas de metal, una rueda para eje horizontal y otra para controlar el vertical, que permitían la movilidad por la pantalla de un ordenador. Para ese dispositivo fue presentada una patente en el año 1967 bajo el nombre de 'Indicador de Posición X-Y para un Sistema con Pantalla'. En 1970 fue aprobada la solicitud de patente.

Había nacido el 'ratón', un dispositivo que hoy, más de 50 años después, sigue estando presente en nuestras vidas. Douglas Engelbart, con la ayuda de Bill English, había creado dentro de sus cinco millones y medio de minutos algo que realmente cambió la vida del ser humano, y la forma de interactuar con la máquina informática.

El nombre de 'ratón' llegó después, lo puso el equipo de la Universidad de Stanford donde Engelbart trabajó varios años, ya que el cable que unía el dispositivo al ordenador les recordó a la cola de un ratón.

El 9 de diciembre de 1968 fue presentado en San Francisco, en la 'Fall Joint Computer Conference', ese primer prototipo de ratón, y aquella presentación pasó a la historia bajo la calificación de 'la madre de todas las demostraciones' ¿Por qué? Porque, casi sin querer, sin ser conscientes de ello, ese mismo día se presentó el resumen de toda la tecnología que futura que todavía tardaría en llegar varias décadas, pero que es la base de toda la informática actual. Ese día se presentó el ratón... y se presentaron las pinceladas de un nuevo entorno gráfico revolucionario incluyendo ventanas; se mostró el sistema llamado oNLine System con conceptos revolucionarios como el hipertexto (utilizando en el mundo web), videoconferencias, correo electrónico, compartición de documentos, y muestras de lo que terminaría siendo décadas después el Internet que conocemos hoy en día.

Gran parte de los colegas y del entorno científico no entendía las investigaciones de Engelbart, no tenían la capacidad de visión a futuro que si tuvo él, e incluso en el propio Centro de Investigación de Stanford estaban muy preocupados por el camino elegido por Engelbart y por si el dinero destinado estaba teniendo un uso apropiado. Pero la 'la madre de todas las demostraciones', y la larga ovación en pie que recibió Douglas Engelbart y el equipo de 17 científicos que le acompañó, cambió la mentalidad de mucha gente, el miedo en la cabeza de sus mecenas desapareció para siempre. El 27 de abril de 1981 se lanzó al mercado el ordenador Xerox Star 8010, que fue el primer ordenador que incluyó un ratón de serie. Para convertir todo aquello en una realidad útil todavía hicieron falta millones de dólares en investigación y desarrollo, pero había que empezar aquello, y el inicio fue aquella demostración; el inicio no fueron millones de dólares, sino cinco millones de minutos.

Los cinco millones y medio de minutos fueron muy bien aprovechados, tuvieron el valor de mil millones de minutos, o cinco mil millones quizás... el objetivo inicial de Douglas Engelbart fue cumplido con creces; cambió la vida de la gente. No voy a afirmar que cambió la vida del cien por cien de la gente, pero sí la cambió para el noventa y nueve por ciento de la población. Además, trabajó en los centros de investigación más importantes de aquellas décadas, no solo en Stanford, sino también colaboró con la importante ARPA, y trabajó para el magnifico e histórico Xerox PARC.