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La informática personal llegó a todos los hogares en la década de los años ochenta, una época de gran esplendor... una etapa única que difícilmente se podrá repetir. En ese artículo quiero compartir cuatro fotos personales de finales de los ochenta y principios de los noventa donde, además, debo destacar algunos objetos y aspectos que, con el paso del tiempo, se han perdido en el olvido.
No dispongo de muchas fotos de los años ochenta y primeros noventa, de aquella no existían los móviles ni las cámaras digitales, y para hacer fotos había que tirar de carrete e ir a revelar. Por eso, quizás, los recuerdos gráficos son escasos. Pero sí tengo algunas, que quiero compartir, situar cronológicamente, y explicar... porque son pura historia de la informática clásica, de la década más fascinante que jamás ha existido.
Disponía de dos ordenadores en casa y diversos periféricos.
La primera foto de la galería, que encabeza este artículo también, data del año 1989. En aquella época contaba con quince años de edad, y disponía de dos ordenadores en casa y diversos periféricos. Paso a describir la fotografía. A la izquierda, un ordenador Dynadata (fabricado por Daewoo) PC XT compatible, con microprocesador Intel 8088 a 8 Megahercios de velocidad, 640 Kilobytes de RAM, disquetera de 5,25 pulgadas, disco duro de 20 Megabytes, tarjeta gráfica CGA y monitor de color Philips. En 1989 ya existían los 286, 386, y estaban a punto de salir al mercado los 486, pero esos equipos se veían en revistas... muy caros para un hogar. Así que el ordenador que tenía en casa era bastante potente para la época. De mi edad, nadie tenía en casa un ordenador así.
Continuando la descripción, a la derecha del teclado se puede ver un ratón Genius, un periférico poco usado todavía en el mundo PC porque todavía no había sido presentado el entorno Windows 3.0, el primer soporte gráfico de Microsoft de éxito. Solo se utilizaba el ratón con el GEM Desktop y poco más. Encima del ratón, un archivador de disquetes de 5,25 pulgadas, elemento muy común en la época.
A la derecha del archivador se puede ver una impresora Amstrad DMP-3000, un periférico bastante económico... es una impresora matricial de nueva agujas. Debajo de la impresora se puede ver un JoyStick QuickShot X, muy popular en el mundo PC en aquellos años. Delante, colgado del borde de la mesa, se puede ver un escáner de mano de blanco y negro de marca Genius, un periférico muy poco común en los hogares... en aquellos años no conocí a nadie que tuviera uno en casa... en cierto modo fui un privilegiado. Entre el joystick y el escáner se pueden ver algunos disquetes de 3,5 pulgadas, lo último del momento en aquellos años.
Era un Schneider EuroPC, que contaba con la característica de no tener carcasa...
A la derecha de la fotografía se puede ver, parcialmente, un ordenador PC que fue muy popular a finales de los ochenta, por ser un ordenador muy económico comparado con los costosos equipos PC del momento. Era un Schneider EuroPC, que contaba con la característica de no tener carcasa, solo monitor y teclado, manteniendo la idea base de los famosos ordenadores de 8 bits de los ochenta. Contaba con un teclado que tenía integrada a su derecha una unidad de disco de 3,5 pulgadas, y todos los componentes en el interior del teclado. Disponía de 512 Kilobytes de RAM, un procesador Intel 8088 a 9,54 Megahercios de velocidad, y una tarjeta gráfica CGA de color. El monitor era de color para la gráfica CGA. No disponía de disco duro interno.
De esta primera foto me gustaría destacar algunos elementos muy habituales en aquella época que, en la actualidad, no se utilizan... serían piezas de museo. El primero, el archivador de disquetes y los disquetes en si mismos, algo fundamental en cualquier domicilio en aquellos años... consumibles y archivadores ya desaparecidos en la actualidad. El segundo, el ratón colgado de un soporte. En los ochenta, los ratones llevaban un soporte para guardar el ratón, hoy en día ninguno lo trae. En tercer lugar, la impresora matricial, tecnología casi desaparecida actualmente, y el papel continuo, totalmente desaparecido hoy, pero en aquellos años existía ese tipo de papel en cualquier lugar donde hubiera impresora... lo había en blanco o bicolor mediante franjas de dos colores diferentes, comúnmente conocido como 'papel pijama'. El cuarto elemento es la peana del monitor a color, otro periférico que era comúnmente adquirido, por separado, y muy utilizado en aquellos años para orientar los pesados monitores de tubo de catorce pulgadas que ocupaban mucho espacio.
La segunda foto, que se puede ver en la galería al final de este artículo, data del año 1990, poco después de la primera, donde se pueden ver algunos cambios importantes. El ordenador Dynadata PC XT sigue siendo el mismo, salvo que tiene dos monitores. Originalmente contaba con una gráfica Hércules y un monitor monocromo para esa gráfica, y posteriormente le añadí una CGA con monitor a color Philips, que es lo que se ve en la primera foto. Pero, posteriormente, llevé el ordenador a un taller de electrónica para que me pusieran un 'by-pass', un interruptor en la parte trasera que me permitiera seleccionar qué tarjeta gráfica quería utilizar en cada momento, y qué monitor. Así podía aprovechar la gran resolución de la gráfica Hércules con el software que fuera creado para ella, y en otro caso podía utilizar los colores de la tarjeta gráfica CGA que, además, era el estándar. Por eso se ven dos monitores que en la primera fotografía no existen.
En la parte derecha desaparece el ordenador Schneider EuroPC...
También cambia la impresora, que es una matricial de 9 agujas de EPSON, mucho mejor impresora que la Amstrad DMP-3000 que sale en la primera fotografía. En la parte derecha desaparece el ordenador Schneider EuroPC de la primera foto, que vendí, y aparece un fabuloso EPSON PSE-30, famoso por ser un clon perfecto del IBM PS/2 Model 30, pero costando la mitad de precio. El modelo PSE-30 fue el primer equipo ajeno a IBM que incorporó la famosa -y escasa- tarjeta gráfica MCGA... una clon de VGA en baja resolución que costaba mucho menos dinero, de hecho, en la actualidad, se desconoce la existencia de otro equipo ajeno al gigante azul que hubiera incorporado esa tarjeta gráfica. Otro dato curioso, el equipo incorporó un fabuloso microprocesador Intel 8086, una serie fabricada por AMD para Intel, en aquellos años en los que la futura empresa competidora de Intel trabajaba para la segunda.
El ordenador EPSON PSE-30 de la foto alcanzó los 10 Megahercios de velocidad, incorporó 640 Kilobytes de RAM, disquetera de 3,5 pulgadas, disco duro de 30 Megabytes, y monitor color. Solía venir acompañado de la impresora EPSON LX-800 Junior, que es la que he mencionado en el párrafo anterior, y se ve en la fotografía.
Algo muy importante a destacar es la funda que se puede ver que tapa al teclado del ordenador EPSON. En los ochenta y primeros noventa, los teclados se tapaban con fundas de tela compradas en tamaño estándar, o hechas a mano en casa, o también con protectores de plástico hechos a medida por el fabricante para el teclado en cuestión. Todos los teclados de ordenador eran tapados cuando no se utilizaban, acto completamente desaparecido de la informática hace muchos años. Los dos equipos de la fotografía tenían fundas para el teclado, y la funda que se puede ver en pantalla fue hecha a mano. Las fundas de los teclados, otro elemento imprescindible en los ochenta y primeros noventa que desaparecieron por completo de la informática.
En la nueva década comenzaron a proliferar los pequeños fabricantes que compraban las piezas sueltas y ensamblaban sus propios ordenadores... así nacieron los clónicos.
La tercera fotografía, que se puede ver en la galería inferior, data del año 1991, existiendo en ella una nueva evolución muy destacable. En la nueva década comenzaron a proliferar los pequeños fabricantes que compraban las piezas sueltas y ensamblaban sus propios ordenadores... así nacieron los clónicos.
El ordenador de la izquierda en la tercera foto fue mi primer clónico, de marca Gulf-Tech, un 'ensamblador' de ordenadores muy popular en España en los primeros años noventa. Fue mi primer 386, con un procesador Intel 80386DX a 33 Megahercios de velocidad, y dos discos duros de 40 Megabytes cada uno, porque el vendedor no tenía de 80 Megabytes en ese momento, disqueteras de 5,25 y 3,5 pulgadas, gráfica VGA con monitor a color, y 1 Megabyte de RAM. El salto con este equipo fue cualitativo. Para comprar ese ordenador había vendido mi viejo Dynadata PC XT de segunda mano por 90.000 pesetas. El nuevo había costado en torno a las 250.000 pesetas del año 1991.
En esta fotografía desaparece la impresora EPSON LX-800 Junior, y vuelve a aparecer la Amstrad DMP-3000 ¿Por qué? Porque la primera se vendía mejor y a mayor precio en el mercado de segunda mano, y la había vendido para comprar lo último en impresión del momento... la que aparece a la derecha de la imagen debajo de la DMP-3000. Era lo último, llegado al mercado en ese mismo año de 1991, una tecnología nueva desconocida en ese momento llamada inyección de tinta. La impresora era una fabulosa Hewlett-Packard Deskjet 500, comprada por 99.000 pesetas en oferta, y era una impresión basada en inyectar tinta en papel que muy pocos tenían en su casa en aquella época; superaba totalmente en calidad, rapidez, y nivel de ruido, a las clásicas matriciales de agujas. Fue mi primera impresora de inyección de tinta.
Con la llegada de los ordenadores 386 y los clónicos, la torre pasó a pesar menos y a ser menos resistente...
Sobre esta foto quiero destacar dos hechos importantes. El primero, la situación de la torre Gulf-Tech, que está de pie. Hasta finales de los ochenta los ordenadores PC solían llevar todos una torre en horizontal con el monitor encima. Con la llegada de los ordenadores 386 y los clónicos, la torre pasó a pesar menos y a ser menos resistente, por lo tanto se comenzaron a estilar los ordenadores con torre vertical, de pie, al lado de teclado y monitor. Aquello fue una evolución, y fue totalmente novedoso.
Otro detalle importante tiene que ver con la visualización. En la tercera fotografía se puede ver que llevo puestas unas gafas, pero nunca he usado gafas para el día a día. Eran unas gafas de óptica con tratamiento especial para pantallas de ordenadores. A finales de los ochenta se empezó a comentar lo dañina que podía ser para la vista la radiación que emitían aquellos monitores de tubo, mucha mayor radiación que los actuales. Y se empezó a recomendar comprar gafas especiales; las usé mucho tiempo, y ya en los noventa comenzaron a proliferar pantallas protección de cristal, llamados filtros de pantalla, que se colgaban del monitor y se conectaban a tierra para descargar la estática generada por el monitor, para proteger al usuario de la radiación. En ese ordenador Gulf-Tech, poco después, colgué un filtro de pantalla del monitor durante muchos años. En la cuarta fotografía, tomada en el año 1995 en un centro informático del que fui socio, se pueden ver que todos los ordenadores tienen colgados de los monitores unos filtros de protección. El filtro de pantalla fue otro elemento indispensable que terminó por desaparecer de la informática.
Las fotos mostradas y el detalle aportado en el artículo son recuerdos reales de aquellas vivencias de los años ochenta y primeros noventa, por medio de mi propia colección de fotografías, imágenes gráficas de una realidad ya pasada.
Disponía de dos ordenadores en casa y diversos periféricos.