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A finales de los años setenta la informática personal estaba en pleno proceso de nacimiento, y ya entonces empezaban a despuntar los diseñadores y fabricantes de ordenadores británicos, país que dominaría la informática personal de 8 bits a nivel mundial en la siguiente década. En 1979 la empresa Tangerine Computer Systems creó un innovador ordenador personal llamado Microtan 65.
En el año 1979 una empresa británica llamada Tangerine creó el ordenador personal Microtan 65. Eran los primeros años de la informática personal, época dominada por los «kits» de montaje y, por ello, los equipos eran vendidos en piezas sueltas, siendo adquiridos por entusiastas de la electrónica que ensamblaban cada equipo y, con el paso del tiempo, iban ampliando. Con la llegada del famoso Altair 8800, surgió la opción dual de comprar el «kit», o el equipo ensamblado por un precio mayor. El Microtan 65 continuó esa misma línea marcada por el ordenador Altair 8800.
La principal ventaja del Microtan 65, al ser comparado con la competencia del momento, era su gestión de la pantalla de vídeo sin generar parpadeos.
El ordenador personal Microtan 65 fue basado en el fabuloso microprocesador MOS 6502, contando con una velocidad de 0,75 Megahercios, 1 Kilobyte de RAM, 1 Kilobyte de ROM, un teclado hexadecimal incluido en la versión básica, y siendo programado en código máquina, no pudiendo utilizar el lenguaje BASIC, de moda en aquella época, por culpa de tener una memoria RAM tan baja y no permitir su ampliación... salvo que se comprara un dispositivo de expansión que se llamaba Tanex Board.
La principal ventaja del Microtan 65, al ser comparado con la competencia del momento, era su gestión de la pantalla de vídeo sin generar parpadeos; en aquella época los ordenadores personales accedían a la memoria de la pantalla de forma asíncrona, provocando parpadeos y símbolos en pantalla... la gestión de vídeo del Microtan 65 era ejecutada a la máxima velocidad disponible en el equipo, gracias a una función secundaria del microprocesador MOS 6502 que permitió desarrollar a Tangerine una gestión de vídeo más simple y, al mismo tiempo, más rápida.
El Oric-1 fue un equipo de gran éxito, y con su microprocesador MOS 6502 pretendió competir directamente con el famoso Sinclair Spectrum ZX basado en el procesador Zilog Z80.
En los primeros años ochenta la empresa Tangerine creó un nuevo ente llamado Oric Products International Ltd, y bajo esa denominación lanzó al mercado, en el año 1983, un nuevo ordenador personal llamado Oric-1. El Oric-1 fue un equipo de gran éxito en varios países, y con su microprocesador MOS 6502 pretendió competir directamente con el famoso Sinclair Spectrum ZX basado en el procesador Zilog Z80.
En apariencia el Oric-1 era un equipo totalmente diferente al Microtan 65 pero, en realidad, el primero heredó muchas características del segundo como, por ejemplo, la gestión del teclado, y varias rutinas de la ROM, heredando también el fabuloso sistema de vídeo que permitía evitar los parpadeos de pantalla.
Un dato importante es que el Microtan 65 creado por Tangerine también dispuso de su propia revista llamada Tansoft Gazette, algo muy común en los años ochenta en los ordenadores de 8 bits... cada modelo de ordenador contaba con su propia revista editada en papel. Posteriormente, la revista Tansoft Gazette fue renombrada con el nombre Oric Owner cuando el nuevo ordenador Oric-1 sustituyó en el mercado al Microtan 65.
Existen páginas web que muestran capturas de una treintena de videojuegos desarrollados para el Microtan 65.
El ordenador Microtan 65 dispuso de una interesante colección de videojuegos, todos ellos de un estilo «pixel art» monocromo muy básico -era la tecnología existente en 1979- y, en la actualidad, existen páginas web que muestran capturas de una treintena de videojuegos como, por ejemplo, el título Astro Fighter... quizás el videojuego más famoso para el ordenador fabricado por Tangerine.
El ordenador personal Microtan 65 seguramente no sea uno de los grandes ordenadores de la historia de la informática personal, pero sí que es conocido por influir en el Oric-1 que sí tuvo gran éxito comercial en muchos países, por ejemplo España. Microtan 65 forma parte de la historia de los ordenadores personales y, en la actualidad, se considera un equipo difícil de conseguir, siendo un ordenador cotizado entre los amantes de las «retro-informática».
La principal ventaja del Microtan 65, al ser comparado con la competencia del momento, era su gestión de la pantalla de vídeo sin generar parpadeos.