En septiembre de 1995, y bajo una precampaña publicitaria nunca vista, salió a la venta el primer sistema operativo de usuario con entorno gráfico. Fue bautizado con el nombre de Windows 95, y tuvo sus luces y sombras.
Discurría el año 1995 y la informática del mundo PC estaba dominaba por un sistema operativo en modo texto, monotarea, y monopuesto, llamado MS-DOS. El mundo de la informática en los ordenadores PC y compatibles estaba basado en letras de texto bajo un fondo negro.
El MS-DOS era un sistema donde todo se configuraba manualmente en dos ficheros: AUTOEXEC.BAT y CONFIG.SYS.
El MS-DOS contaba con muchas limitaciones -era una evolución del software congelada frente a gran evolución del hardware- como, por ejemplo, era necesario optimizar a mano la memoria RAM convencional, extendida, y expandida, para poder sacar el máximo provecho al equipo, y para poder ejecutar el software más moderno. También era un sistema donde todo se configuraba manualmente en dos ficheros: AUTOEXEC.BAT y CONFIG.SYS.
Eran los años donde el «Plug & Play» no existía, y para insertar un dispositivo en la ranura de expansión era necesario configurar el canal IRQ y el canal DMA mediante «jumpers». El sistema operativo ocupaba tan solo unos pocos «Kilobytes», y el resto de los comandos eran ficheros externos añadidos. Y era un sistema operativo donde solo se podía ejecutar un programa simultáneo (salvo al utilización expresa de un TSR).
El modo gráfico y la multitarea fue inexistente en la era MS-DOS hasta que se popularizó el entorno gráfico Windows 3.10 -o Windows 3.11 si deseabas trabajar en red con el protocolo NetBEUI o el IPX de Novell-, que era un software ejecutado sobre el propio MS-DOS. Y en el año 1995 el Windows 3.11 tampoco se utilizaba mucho, no había mucho software corriendo sobre el entorno... en mi caso lo utilizaba para el Corel Draw y poco más.
Pero en ese año de 1995 Bill Gates, como Presidente de Microsoft, anunció el lanzamiento de un sistema operativo totalmente gráfico para sustituir al MS-DOS... el Windows 95. Era el camino elegido por Microsoft para combatir con el cada vez más popular MacOS de Apple.
El coste de la campaña publicitaria del Windows 95 ascendió a los 25.000 millones de pesetas de la época.
La noticia del «debut» del primer sistema operativo gráfico de Microsoft estuvo rodeada de la mayor campaña publicitaria de un software en toda la historia de la informática hasta aquella fecha, el coste ascendió a los 25.000 millones de pesetas de la época incluyendo la compra de los derechos para utilizar la canción de «Start Me Up» de los Rolling Stones. La campaña tuvo tanta trascendencia que fue la primera vez que los Rolling Stones cedieron una de sus canciones para un anunció publicitario; Microsoft pagó unos 3 millones de dólares para disponer de semejante honor -otras fuentes afirman que la canción pudo costar hasta 14 millones de dólares-. Y se creó la incertidumbre y la ansiedad que a base de talonario buscó Microsoft. En mi caso puedo afirmar que nunca había visto en España un anuncio en televisión dedicado a un sistema operativo hasta que fue lanzado el Windows 95.
El 24 de agosto de 1995 salió a la venta el sistema operativo Windows 95 en Estados Unidos. El 5 de septiembre de 1995 Bill Gates presentó el software en Madrid, y el 6 de septiembre salió a la venta en todo el país.
Las novedades eran importantes... un sistema operativo que iba a abandonar el modo real de gestión de memoria RAM para establecer un modo protegido que terminaría con las barreras en la gestión de la RAM y la consiguiente necesidad de optimización manual; un moderno sistema «Plug & Play» para conectar dispositivos sin necesidad de configuración manual; un sistema operativo de 32 bits en lugar de los 16 bits del MS-DOS; y se destacó la apertura hacia un nuevo mundo de conectividad gracias a una Internet liberada al uso personal un par de años antes.
Como emprendedores que éramos en el sector de la informática, habíamos planeado comprar el Windows 95 el mismo día de su salida al mercado.
En septiembre de 1995 el que suscribe este artículo gestionaba, junto a otros tres socios, un Centro Informático donde impartíamos formación en PC y Macintosh, realizábamos tareas de diseño gráfico con Apple Macintosh, y desarrollábamos software empresarial para PC. Y como emprendedores que éramos del sector de la informática, habíamos planeado comprar el Windows 95 el mismo día de su salida al mercado... debíamos conocer el producto antes que nadie, para ofrecer servicios sobre el nuevo software a nuestros clientes.
El 6 de septiembre de 1995 me desplacé al departamento de informática de El Corte Inglés de mi ciudad para adquirir el recién salido Microsoft Windows 95; costó 19.900 pesetas. Y seguidamente volví al centro de trabajo, con la caja bajo el brazo, para ejecutar la primera instalación y establecer las primeras valoraciones del esperado producto; instalé por primera vez aquel sistema operativo en un ordenador «clónico» que contaba con un microprocesador Intel 486DX2 a 66 Megahercios de velocidad, 4 Megabytes de memoria RAM, y un disco duro de 250 Megabytes.
La primera versión de Windows 95 únicamente se vendió distribuido en 13 disquetes de 3,5 pulgadas de alta densidad.
Y llegaron las valoraciones. En primer lugar cabe destacar que en 1995 disponer de una unidad de CD-ROM era un lujo al que pocos tenían acceso, hasta el punto que la primera versión de Windows 95 únicamente se vendió distribuida en 13 disquetes de 3,5 pulgadas de alta densidad -más tarde se venderían versiones en un único CD-ROM-. Por lo tanto, para instalar el Windows 95, se requería paciencia para ir introduciendo disquetes según fuera solicitando el propio instalador integrado.
Y entonces llegó el momento estelar de la primera ejecución del Windows 95... y llegaron las primeras decepciones, y algunas otras novedades positivas nunca vistas hasta ese 6 de septiembre de 1995. A primera vista el concepto gráfico era completamente diferente al Windows 3.10, destacando la aparición de un botón estelar que nos acompaña hasta nuestros días... el botón de Inicio.
La primera gran diferencia con respecto al MS-DOS y Windows 3.10 era la posibilidad de usar nombres de ficheros largos para romper con la limitación de los ocho caracteres del nombre sumados a los tres de la extensión. A esta novedad nos costó a todos acostumbrarnos. Otra novedad muy interesante fue el «Plug & Play» que funcionaba bastante bien... si el componente a insertar en el ordenador estaba preparado para ello.
Tan solo tres meses después de la salida del Windows 95 fue lanzado el primer Service Pack que incluyó soporte para USB, FAT32, y la primera versión del Internet Explorer.
La primera decepción obtenida tenía que ver con un sistema operativo que pretendía dar el salto de 16 bits a 32 bits y no incorporó la gestión para FAT32. La segunda decepción tuvo que ver con la idea de un sistema Windows 95 vendido como el futuro de la moderna conectividad global -incorporaba toda la gestión para ello- pero sin incluir ninguna aplicación para operar sobre Internet: ni navegador, ni gestor de email. El Windows 95 tampoco incorporó gestión para el estándar que estaba a punto de nacer en aquellas fechas, el USB. Tan solo tres meses después de la salida del Windows 95 fue lanzado el primer Service Pack que incluyó soporte para USB, FAT32, y la primera versión del Internet Explorer. Y no mucho tiempo después se publicó el «pack» de expansión Microsoft Plus! que incluyó, entre otras cosas, el mítico videojuego Pinball al que muchos jugamos un sinfín de horas.
La conclusión final a la que llegué aquel 6 de septiembre de 1995 fue que el Windows 95 era comparable a un Windows 3.10 ejecutado desde el AUTOEXEC.BAT del MS-DOS para ser iniciado automáticamente en el arranque del ordenador. Al Windows 95 todavía le faltaban importantes características para ser considerado un sistema operativo gráfico sin dependencias; posiblemente la mayor decepción en la primera versión del Windows 95 fue la idea preconcebida de que el sistema operativo era como el Windows NT, pero enfocado al usuario. Y nunca llegó a ser así.
El MS-DOS era un sistema donde todo se configuraba manualmente en dos ficheros: AUTOEXEC.BAT y CONFIG.SYS.